CRITICA DE CINE: DE PATITAS A LA CALLE.

Por: Héctor Turco Mendoza. 
PUNTAJE: 3.5/10
DePatitasALaCalle es el sexto largometraje del cineasta Carlos Landeo, cuya producción es constante (una por año) desde el 2015. Mucho se ha comentado sobre sus películas, no sólo de los que la vieron sino también de gente que no ha visto ninguna, pues se guían de los tráileres, las reacciones, los comentarios en la red y algunas críticas bastante negativas en el medio.
En general, se le juzga muchas veces con ligereza y cargadas de ciertos prejuicios, y no es para menos ya que su sistema de producción de algún modo da cabida para ello: el uso de #figuras populares de la comicidad y la televisión local en los roles protagónicos (Carlos Vilchez, Carlos Álvarez, Pablo Villanueva Melcochita, Manolo Rojas y Nataniel Sánchez) son actores con poca experiencia y de dudosa solvencia en la pantalla grande.

Por otro lado, también se le ha cuestionado la ejecución de sus filmes como un campo de aprendizaje y experimentación que va desde el empleo del lenguaje cinematográfico hasta la dirección y el guion, e incluso la forma de cómo el “product placement” está directa e indirectamente presente en el filme para costear el #presupuesto. Y bueno, ¿hay mejoras a lo largo de estos años? Sí, pero no es un crecimiento homogéneo, es lento y mínimo, aunque son evidentes (a pesar de que muchos críticos se resisten a no verlas).
Ahí tenemos por ejemplo en DePatitasALaCalle mejores encuadres, algunas secuencias bastante correctas, algunas escenas con una eficiente dirección de actores, una mayor preocupación por la fotografía, entre otras cualidades dispersas, pero claro en conjunto y como producto final todo eso pasa a segundo plano, pues la valoración del filme es por el Todo y no por las Partes, pero es necesario mencionarlos de vez en cuando.
Si hay algo constante y firme en Carlos Landeo, más allá de la taquilla o la recepción de la crítica, es que desde sus primeras películas busca entretener y llegar a un público familiar, algunas más acertadas que otras. “De patitas a la calle” no es una obra arriesgada, su historia es bastante #sencilla y lineal, formalmente su guion es muy convencional y hasta precaria, pero sí debemos reconocer que el director corre el riesgo de atreverse a entrar en otros terrenos y diversificar las propuestas fílmicas en nuestro país, sabiendo que las condiciones de producción para este tipo de cintas por estos lares son poco exploradas y por último costosas si buscamos calidad y factura impecable.
Filmar animales es sumamente complicado, pero el director sale airoso en este punto, además su elenco de actores (muchos de ellos con una trayectoria interesante como PietroSibille o Stephanie Orúe) logran estar a la altura de las circunstancias, aunque como personajes muchos no logran desarrollar un claro y consistente arco evolutivo y varios ellos son meros actantes funcionales planos. Lo más amigable del filme son sus 2 primeros actos donde los perritos y otros animales que hablan entre ellos sin gesticular (pero en última instancia logras adaptarte a esa licencia, aunque por momentos es confuso de quién habla a quién) tienen todo el control de la Historia: una perrita perdida y un grupo de canes tratando de resolver la caza y venta ilegal de animales por parte de un bipolar secuestrador.
Un quiebre en el #argumento hacia el tramo final altera el tono, el ritmo y los objetivos iniciales, pues los canes protagonistas no podrían solucionar nada sin la ayuda de los humanos. Por otro lado, las ideas-mensajes que han circulado para la promoción del filme como la tenencia responsable de animales, el cuidado del medio ambiente y el amor hacia nuestras mascotas no llegan a ser verdaderamente leivmotivs, en realidad son sólo eso: ideales, y sinceramente pura publicidad para vender el producto, ya que éstas ideas nunca son temas en concreto ni se desarrollan de manera sólida en todo el metraje, quizás solo se ilustra con un par de escenas y luego queda en el aire.
Si hay espectadores que podrían empalmar con esta película, es sin duda un gran público infantil, pues es bastante inocente, curiosa y digerible. 

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