Critica de A Night of Knowing Nothing (Una Noche sin saber Nada) de Payal Kapadia.

Por: Gisella Barthé

Entre bailes no diegéticos, se entrelazan historias en silencios, en este ensayo documental policromático de potente sensibilidad. Se unen la fusión entre correspondencias de una historia quizás real o irreal de amor prohibido entre la estudiante de clase popular que se hace llamar: L susurra su postura al estudiante de clase alta que se hace llamar K, acá las castas sociales de la cultura Hindú son insobornables, tanto que la valentía al afrontamiento de las castas es más potente que enfrentarte a la política estudiantil. Usando esta historia nos van adentrando sensorialmente en el proceso que pasó la historia política y vida estudiantil de la escuela de Cine de FTII, que desde el 2015, convocaron a una huelga.

A Night of Knowing Nothing (Una noche de no Saber Nada), maneja la sensorialidad con sutileza, y con una libertad visual y sonora, que te adentran en la necesidad de poner la protesta por encima del arte y viceversa, ese juego de montaje dual, crean atmósferas, que te transportan desde la memoria de múltiples historia reales y algunas de apropiación. El uso de diversos formatos desde archivos de 8 o 16mm, celulares, videos de cámara de seguridad (imágenes tan fuertes que da dolor en el alma), insertados con dibujos que expresan en conjunto una reflexión atemporal.

Para Kapadia es su opera prima, y esa libertad visceral que genera en una directora su primera expresión visual, expone con vehemencia, su mirada ante la represión de unas protestas estudiantiles, hace andar la película como un registro caótico de la mente, asqueada y a la vez asombrada de tanta basura política que puede existir, tanta injusticia, caos, que genera la llegada de Gajendra Chauhan, quien fue nombrado presidente de FTII esa época.

Kapadia consigue formular un lenguaje de seudo ficción hibrido, capaz de transmitir sin verbalizar; logrando expresar y rebuscar en la memoria, en el alma y la lucha política, por la búsqueda de un derecho fundamental, educación y respeto; pero igual todo se convierte en cíclico en el universo de Kapadia, se queda el sonido del movimiento de los cuerpos estudiantiles de cine, bailando, bailando; porque a veces pasa que en una noche, terminas sin saber nada.

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