Critica de Cine: "Lilith" de Robert Rossen (1964)

Por: César Pereyra Ravello.

 "Lilith" de Robert Rossen (1964) . Drama psicológico. Vincent (un jovencisimo Warren Beatty) es un joven desempleado recien egresado del ejército y consigue trabajo en una clinica psiquiatrica (para enfermos de clase alta) de su pueblo . Su labor consiste en observar, acompañar y ser un compañero amigable de los internos. Es guapo, atlético, y atrae las miradas de empleadas y pacientes femeninas. Conoce a Lilith (Jean Seberg) quien padece ( aunque no se especifica claramente su enfermedad) un deseo incontrolable de seducción hacia los hombres .

Vincent intenta no ceder ante su acoso pero cae en sus redes. Se vuelven amantes clandestinos . Luego él descubre que ella era bisexual cuando la ve con otra paciente en un granero. Tras discutir fuertemente con ella la mata y se presenta como paciente ante su jefa.Esta es una de las mejores escenas por la consición como fue construida. La cinta hecha en un refinado y estilizado blanco y negro cuenta con un buen diseño de producción , igualmente la dirección de actores es muy pareja. Con un acertado montaje paralelo entre protagonistas y situaciones para crear una atmósfera algo tensa . Lo interesante es como el director va construyendo esta relación tóxica de dos personas que tratan de buscar su ubicación en el mundo.
Rossen, que venia años después a dirigir luego de haber sido acusado de comunista, siendo marginado del sistema hollywoodense y luego admitido nuevamente por haber señalado a colegas simpatizantes de esta ideologia ,logra con este film una de sus mejores obras . Por otro lado es grato ver , a un joven actor Gene Hackman , en un breve papel muy en caja,y que pocos años después confirmaria su talento en otras peliculas.
Rossen es muy hábil para las alegorias visuales como cuando Vincent y Lilith tienen sexo y su imagen se encadena a la de un rio en caída simbolizando esa torrente de amor entre ambos. También es perturbador en la escena donde Lilith acaricia y besa a un niño puber que se excita por los tocamientos de la muchacha. En fin un sólido drama de dos almas sin rumbo.

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