PUNTAJE: 4.5/10
¿Es #RómuloYJulita una versión libre de “Romeo y Julieta” ambientada en nuestro país? Sí y no, a la vez. Veámoslo por partes y aclaremos algunos puntos. Este segundo largometraje del cineasta peruano Daniel Martín Rodríguez (que cuenta con una interesante producción en cortometrajes) es técnicamente su primer trabajo de largo aliento, ya que su “ópera prima” es la exitosa serie web llamada #AjZombies, el cual llegó a los cines con una selección pertinente de los capítulos, grabación de nuevas escenas y un interesante montaje.
¿Cuál fue el resultado? Pues, tuvo una recepción bastante positiva de la crítica con un promedio de 6/10, pero no así en la taquilla, a diferencia de los más de un millón de espectadores que vieron la serie en línea; aunque al final esta “versión fílmica” ha sido su mejor carta de presentación para ingresar de lleno al mercado comercial y para nosotros con ganas de ver nuevos y creativos trabajos del director en la pantalla grande.
Y así llega "Rómulo y Julita" que cuenta con un talentoso y gran elenco de actores que en conjunto es bastante solvente, aunque a nivel de personajes algunos son más complejos y otros bastante planos, además tiene una atractiva producción técnica tanto en la dirección de arte como en la fotografía, pues logra capturar la naturaleza y los espacios exteriores del hermoso y cálido pueblo de Canta, un distrito en la sierra de Lima, ¡ojo estamos hablando de la sierra de Lima!, pero que en la película tiene un aire pintoresco llamado Berona.
Si bien toda ficción tiene sus propias reglas de verosimilitud y los guionistas (en este caso son 3) pueden tomarse muchas licencias a la hora de construir la historia, en esta película –a pesar de tener un guion bastante ágil diseñado desde el género de la comedia de principio a fin (sinceramente está más cerca a la versión de “Castelvines y Monteses” de Lope de Vega que a la versión trágica y propiamente dicha de William Shakespeare)-, en realidad la historia de “Rómulo y Julita” se aleja demasiado de su fuente de inspiración y más bien coquetea muy de cerca por los caminos de lo inverosímil, algo que en nombre de la comedia es posible y se tolera, pero también se revela cierta impostura desde una mirada más puntual
Aclarando: El primer acto es bastante acertado, directo y claro (se presenta a los personajes, el contexto y la carga dramática en torno al amor imposible, funciona como premisa y detonante a la vez), pero a medida que avanzan los minutos el argumento toma otro rumbo y peso sobre lo previsto, todo se torna bastante básico y funcional (la trifulca entre las asociaciones de mototaxis y su relación con la municipalidad se prioriza, el amor imposible se vuelve algo tangencial y no se desarrolla tal cual, nunca llega a ser motor y motivo sólido de los acontecimientos, pues al final la pareja sólo enmarcará, abriendo y cerrando, todo).
A ello se suma lo artificial y teatral de su escenario (los pobladores reales y hasta el pueblo mismo son meros rellenos y decorados, incluso el elenco cuyas virtudes ya hemos señalado no logran encajar del todo en la sierra limeña, ya que para quienes conocemos la vida rural de los pueblos, ello se evidencia desde el lenguaje verbal hasta el lenguaje corporal, pasando por la indumentaria, el maquillaje y otros indicios). ¡Es ficción!, dirán muchos espectadores. Efectivamente lo es, pero también existen los grados de “naturalización” de los personajes para que todo sea más “creíble”, y bueno todo esto depende también de las decisiones del casting hasta la dirección de actores.
Luego, cuando nos metemos de lleno al segundo acto, el contenido cae en lo demasiado simpática y complaciente (tanto en los diálogos, los chistes y las situaciones), y cuando al final el filme gira hacía la crítica social en torno a la corrupción política, ésta no tiene el peso suficiente ni es contundente, es más un efecto de sorpresa que por una lógica de causa y efecto, y aunque mediante un flashback se subsana y se trata de explicar, aquello es demasiado tarde, ya que toda la secuencia linda entre la parodia y lo farsesco, (algo que en la comedia “Aj Zombies” -estamos hablando del tono crítico- sí es coherente y parejo desde el principio hasta el final: la diferencias de clases sociales y su simbiótica relación).
Súper ligera en su adaptación, con una curiosa puesta en escena, "Rómulo y Julita" deja un saldo positivo para pasar un buen rato en salas, tiene varios momentos agradables, pero a nivel de historia no es fiel así misma, ya que no es del todo compacta ni redonda
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