Cine de fórmula pero elaborado con buen pulso
Esta comedia de corte fantástico es de un molde que ha sido explotado básicamente en el cine norteamericano con películas ligeras como “De tal palo tal astilla” o “18 otra vez”, sin embargo, la mejor planteada ha sido “Hechizo de un beso”. .No hay mucho que escribir acerca de este producto audiovisual que no se convierte en subproducto o no se hunde por el binomio histriónico Patricia Portocarrero – Johanna San Miguel pero sobre todo por el tacto joven pero experimentado del cineasta aunque esto ha parecido un “encargo”.
De factura correcta, no trasciende por un “discurso bonito” con desenlace forzado de reconciliación, además de no desarrollar con ninguna convicción persuasiva el tema del aprendizaje de una en el contexto de la otra. Debería existir una mayor creatividad en el plano de la producción peruana, no obstante, es meritorio volver a reconocer que la elaboración del cine a nivel nacional, es decir, tanto la elaboración de películas capitalinas como películas regionales ha sido incrementada en los años más recientes.
Si debo sintetizar esta película en una frase, diría : Ejecución mediana de una orquesta instrumentando por encima de dos voces. Cada una de ambas, se desenvuelve graciosa pero lamentablemente en sus propios estereotipos arrastrados de otros trabajos, pero luego simulan bien a la otra y viceversa, a través de algunos detalles relativamente quirúrgicos.
Por: Alberto Javier Angulo Chumasero.
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