El cineasta peruano Sandro Ventura Mantilla , defiende su film producido: La Paisana Jacinta, en búsqueda de Wasaberto:
" Me resulta particularmente extraño ser atacado o tildado de racista por gente que no me conoce ni a mí ni al equipo de profesionales detrás de una película. Más aún me resulta particularmente extraño que se genere carga montón por una película, es decir una ficción, que ni siquiera los atacantes han visto. Pero lo más alarmante, y nuevamente particularmente extraño, es el modus operante de estos, o este, grupo de personajes que intentar censurar algo sin ver, oír, debatir o conversar, generando la controversia a través del insulto, el trascendido y la mentira.
A ver vamos a ponernos un poco de su lado. Digamos, solo digamos, que estas personas tienen razón y efectivamente nosotros estamos equivocados. Pues bien, si querían hacernos reflexionar, convencernos del error, pues la estrategia empleada ha sido terrible. Ataques, insultos, improperios, calificaciones de racistas, clasistas, criollos caviares y hasta fujimoristas (eso sí fue demasiado divertido) dan una muestra de un feroz ataque organizado, casi convertido en acoso a través de redes sociales a gestores, auspiciadores y simpatizantes de esta película que, repito, ni siquiera han visto.
Y por qué digo ataque organizado, pues simple, si se dan el trabajo de revisar las cuentas es fácil determinar de qué cantera o grupito de Facebook se iniciaron los insultos y reclamos, muchos escudados en perfiles falsos. Obvio, su objetivo de viralizar en redes y polarizar a la población con un tema taaaan “trascendente” como una película cómica ha sido exitoso, no por sus argumentos si no por el tema mismo.
Pero ojo, no hay ni uno solo, ni uno, que haya decidido tener una conversación alturada o quizás solicitar ver la película a ver si ésta es todo lo que se le acusa. Todos siguen enceguecidos a un líder que les ha dicho que esto es racista, sin detenerse a escuchar a quienes piensan que él exagera. Se trata de un grupo que no sabe discernir sobre lo que es ficción y realidad, que no entiende que los personajes de ficción son casi siempre estereotipos, algunos mejores construidos que otros, pero personajes irreales al fin.
Siempre he pensado que la verdad se defiende con argumentos. Y en este caso lo reitero, no hay argumentos que me hagan pensar o reflexionar. Solo ataques a quienes no piensan como ellos. Difícil que eso produzca un cambio, ¿no?
Claro, me van a decir que hay pruebas, denuncias, juicios y demás. Pues verán que me he tomado el trabajo de investigar y las pruebas o juicios no existen. No hay procesos penales o juicios al sr. Benavides. Eso es falso. La vergüenza internacional a la que aluden con verdadero fervor, son artículos publicados en prensa extranjera escritos por un extranjero radicado en Perú, quien, oh sorpresa, tiene entre sus películas favoritas a “Borat” (gran película dicho sea de paso).
El señor Benavides, creador del cuestionado personaje, ha afirmado en repetidas oportunidades que su personaje ha evolucionado y mejorado. Supongamos entonces que el imitador escuchó a sus detractores y corrigió y mejoró su personaje. Pues parece que a ellos eso no les importa, pues siguen apelando al personaje del pasado y no son capaces de ver la evolución o mejora que probablemente ellos mismos provocaron. Si el personaje ha evolucionado gracias a los reclamos o quejas, ¿no deberían entonces estos grupos sentirse orgullosos de lo conseguido y buscar entablar un diálogo alturado que genere mejoras a futuro en lugar de mirar el pasado y volver a atosigar con cosas que ya se corrigieron?
Cuando nos plantearon la idea de hacer la película, el reto era hacer una cinta blanca para toda la familia. Mejorar aún más el personaje y darle nivel. No nos basamos en el personaje de hace 15 o 20 años si no buscamos seguir la senda ya trazada y mejorar el personaje. Es como criticar hoy a Disney porque sus personajes animados de películas infantiles en los años 40 o 50 fumaban (se acuerdan de Pinocho o Peter Pan). El mundo ha evolucionado y las redes han provocado que la sensibilidad esté a flor de piel.
Recientemente se hizo una conferencia, algo súper válido e interesante si se hubiera extendido una invitación al creador del personaje o a alguien que estuviera a favor de éste para debatir y sacar conclusiones. Pues no. Por el contrario el organizador lanzó una serie de afirmaciones inexactas llegando a decir que el título de la película buscaba burlarse del sufrimiento de millones de mujeres del ande que tienen esposos desaparecidos. O sea, además de racistas, se había elucubrado un diabólico plan que pretende hacer mofa de una gran desgracia.
A ver, para aclarar esta ridícula afirmación realizada dentro de una muy prestigiosa Universidad, la búsqueda que emprende la protagonista de la película no tiene nada que ver con una tragedia o hace alusión a la misma. El esposo parte a Lima por primera vez para ir a una notaría y se pierde. Así como cuando Mr. Bean se fue de vacaciones y se perdió, así como cuando Jacques Tati se pierde en medio de la tecnología. Así.
Inventar para desprestigiar es muy grave y que uno de los líderes del grupo lo haga es aún más penoso y brinda un perfil del iracundo fanatismo mala leche que parece estar más enfocado en la figureteada desesperada que en sus propios ideales.
Si en algo estoy de acuerdo es en la serie de fotos con mujeres con un letrero afirmando que no son Jacinta. Y es verdad, no lo son. Jacinta no existe. Es un personaje de mentira, como Pinocho y Peter Pan. Si alguien no lo entiende, no es un problema del personaje si no de la persona, si alguien siente exacerbado su racismo, no es el personaje el del problema, más bien es que la persona debe hacerse ver, si alguien piensa que el personaje reafirma un estereotipo, pues quizás ese alguien ya tiene un jodido problema con los estereotipos. Un problema tan jodido como el de aquellos que generan violencia para hacer prevalecer su verdad.
Ojo, puede gustarte o no el personaje o la película (la cual defiendo porque la he visto), ese es otro tema, pero generar tanto bochinche por un film en un país donde hay problemas más graves como la corrupción o el alto índice de criminalidad pues me resulta asombroso.
Ahora, ¿por qué el ataque a Jacinta y no a otros personajes similares? ¿O sea las otras sí son personajes y Jacinta, no? Y no me vengan con que el personaje es sucio y desdentado, como lo afirma nuestro Ministro, aceptando de paso no haber visto la película.
Más allá de que se trate de una ficción (como lo fue el personaje de Pantaleón), si eso es lo que hace ruido, pues primero vean la película y sabrán que no es lo que piensan. Y es que quizás la limpieza del personaje se ha dado en todos los sentidos, ¿no? (no lo afirmo para no generar spoilers).
Hace unos días, alguien me recordó que años atrás también se pidió censurar a Los Simpsons, South Park y demás. Así las cosas, habría que ir preparándonos para las próximas marchas en contra de Apu, Borat, Raj de Big Bang Theory, La India María, Cantinflas, Family Guy, etc, etc.
La violencia ni física ni verbal puede ser buena. A calmarse entonces y ver antes de criticar, no quedarse estancado en lo que se hizo hace 5, 10, 15 o 20 años para desatar odios ni dejarse llevar por datos desactualizados y tendenciosos, mentiras y supuestos.
Tómense la molestia de ver qué tanto de lo que reclamaban se ha corregido y con base, ¿por qué no?, se puede seguir conversando y corrigiendo. El diálogo es la base del entendimiento de las personas cultas, dijo alguien por ahí.
Para terminar, no soy muy religioso, pero desde el colegio siempre me llamó la atención esa frase de Jesús: Aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues bien, al parecer las redes sociales hoy se han convertido en una cantera impresionante de iracundos lanzadores de piedras, disfrazados de infalibles opinólogos de todo. En mi humilde opinión, ahí radica el verdadero peligro."
No hay comentarios:
Publicar un comentario