CRÍTICA DE TEATRO: LA MAR.

La mar es una obra de teatro que viene para reconquistar en nuestra escena nacional, un territorio poco tocado, el del mar peruano, que aparece en esta puesta con buenas reminiscencias del teatro colectivo: de lo que se trata es de colocarnos en el abandono de una embarcación perdida con pescadores en un mar de fondo, y dónde estos tratan de sobrevivir y llegar a buen puerto cuando un nsvio de alto tonelaje pasa muy cerca haciendo sentir su presencia, la que no alcanza a los trabajadores para ser encontrados ni encuentren ellos a la potente embarcación.

Desde un inicio, asistimos al desarrollo de afectos y esperanzas de quienes hablan en peruano escuchando la compleja poesía cotidiana. La obra comienza con el bolero "mi niña bonita" que se irá convirtiendo en un "leit motiv" donde se reunen los sentimientos de todos ellos en uno de los afectos de todos los pescadores y si al final se nos muestra la desgracia de la situación que enfrentan dónde permanentemente se nos indica el abandono humano, la jerga, la solidaridad como la poesía diaria..."que difícil es vivir lejos del mar"... Dice uno de ellos, hace que el beber chicha en los movimientos del grupo para salvarse sea un logro escénico, y engrandezcan la situación de la obra a la que podemos asistir adivinando desde un inicio, el final, porque un fin dramático y anunciado, hace que el desarrollo de esta como del drama de quienes luchan en el mar, se nos presente mediante monólogos y diálogos que son la esperanza y la humanidad del grupo.

La mar se presenta en teatro circular, lo que hace perfectible de llevarnos como espectadores dentro de la situación a la que asistimos, y será en el final de la obra cuando la desesperanza y la esperanza entre ellos y nosotros nos lleve como un oleaje. Personajeria nada marginal sino muy real de nuestro país, para hacer sentir al mar como órgano viviente, lo que nos ofrece el drama es lo que ha estado relegado de nuestras vidas y de nuestra escena: no se trata aquí del "cevichito con su chela" sino de la vida y de los encuentros como desencuentros y si bien hay toda una literatura de mar y de puerto en el Perú, hoy asistimos como dramaturgia a un teatro de mar, que ingresa a lo que sucede en nuestras vidas. Al mostrarnos a los trabajadores, La mar es un logro teatral, porque estos han sido dejados de lado pero al mostrarlos en una situacion límite, nos hace enfrentar a nosotros mismos (Bruno Buendia Sialer- Foto : Artesunidas.com )

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