Una visión brutal y contemporánea del clásico de Strindberg
Últimas semanas, hasta el 1 de diciembre
En esta versión, La Señorita Julia, interpretada por la reconocida actriz y activista Anaí Padilla, se nos presenta como una mujer que desafía los estándares de su tiempo: una aristócrata idealista y con una visión igualitaria en su sexualidad. Criada para sentirse superior, Julia enfrenta la dualidad de su ser en un tórrido enfrentamiento de poder con su criado, Juan, interpretado magistralmente por Oscar Yepez, mientras Kareen Spano da vida a Cristina, cerrando un triángulo tan complejo como atrapante. Estos tres personajes están atrapados en un entramado de opresión social y moral que los lleva a un destino trágico, mostrando el inevitable choque de clase y el rol corrosivo de una sociedad que los despoja de su dignidad.
La obra, que contará con la colaboración del escenógrafo italiano Lorenzo
Albani, promete deslumbrar visualmente al público. Albani, aclamado por su
trabajo en producciones de renombre internacional como Carmen y La Boheme en el
Gran Teatro Nacional, y Mademoiselle Julie en el Teatro del Atelier de París,
transformará la Sala Quilla en un espacio donde el minimalismo y el simbolismo
crearán una atmósfera sofocante y absorbente que intensifica las emociones de
cada escena.
Este montaje es una oportunidad imperdible para presenciar un clásico
reinventado, donde la crudeza de Strindberg se fusiona con una puesta en escena
estéticamente perturbadora que revela lo más profundo del instinto humano. La
Señorita Julia invita al espectador a una experiencia teatral inigualable en la
que cada momento es una pulsación de tensión y belleza.
Funciones: La temporada se presenta en la
Sala Quilla de Barranco hasta el 1 de diciembre, con funciones los viernes y
sábados a las 8 p.m., y domingos a las 7 p.m.
Jean Pierre Gamarra, considerado el director peruano más importante de su
generación y galardonado con el Premio Luces 2023, lleva esta historia clásica
a un terreno de contemporaneidad brutal, ofreciendo una visión íntima y
poderosa de los impulsos humanos. La obra busca no solo entretener, sino
también incomodar, sumergiendo al público en un mundo donde las jerarquías
sociales y los deseos reprimidos chocan de manera explosiva.
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