El amor trasciende a la vida. La frase resume la propuesta del corto cinematográfico Siempre diciembre con el que John Wilker nos vuelve a sorprender en su corta carrera como director. En su primera obra, Juntos hasta la muerte, logró las palmas en cuatro festivales, con una historia de amor gay ambientado en una época apocalíptica zombi.
Siempre diciembre narra la última cena de Navidad de una madre de tres hijos (Katia Ramos), que no ha logrado superar la partida de su esposo, a quien añora y espera unirse pronto a él.
En la cena de Navidad sus hijos revelan, mediante diálogos hirientes y algo jocosos, secretos que guarda cada uno de ellos: Sebastián, presenta a la familia a su novio gay, Fabricio; Raúl es el hijo machista que maltrata a su esposa; y Patricia, una joven que gana dinero fácil exhibiéndose en onlyfans. Tres estereotipos de personas bastante comunes en la sociedad de hoy en día.
Tras una agria discusión entre los hermanos, la madre sufre un paro cardíaco que la lleva a unirse finalmente a su esposo, con una sonrisa en los labios.
John Wilker emplea en su obra una narración fácil, casi predecible, música apacible y una atmósfera tenue, agradable. Todo en conjunto transmite nostalgia, una sensibilidad agradable y particular.
En su poco tiempo como director de cortos, el autor ha transmitido en sus propuestas sentimientos agradables: amor, cariño, compañerismo. Una apreciación particular frente a la vida y, sobre todo, hacia la muerte.
Wilker, además de su faceta de director, se viene abriendo paso en circuito artístico de Lima como actor. Ha participado en diferentes obras de teatro, televisión, cine y comerciales para diferentes y conocidas marcas.
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