PRONUNCIAMIENTO POR LA CINEMATECA NACIONAL PERUANA

 PRONUNCIAMIENTO POR LA CINEMATECA NACIONAL PERUANA

Luego de más de veinte años de hablarse de la necesidad de recuperar nuestra memoria en imágenes y sonidos, un grupo de peruanos que trabajamos en el campo de la investigación y recuperación del material audiovisual decidimos afrontar la tarea de preparar el proyecto de creación legal de la Cinemateca Nacional del Perú. Para ello aportamos, desde hace más de un año, nuestra experiencia como cineastas, investigadores, críticos, docentes universitarios, gestores culturales con experiencia en preservación audiovisual y abogados especializados en el sector cultural y cinematográfico. Nos unía y nos une la común convicción sobre la urgencia de que el Perú, al igual que otros países de la región, cuente con una Cinemateca que permita, en primer lugar, recuperar, preservar y conservar todo el material audiovisual producido en el país y que sigue perdiéndose ante la inacción del Estado.

El proyecto legal que preparamos y que está seriamente sustentado en las experiencias de otros países y en nuestra propia legislación, tiene el propósito de constituir la Cinemateca Nacional como parte de una política nacional de recuperación, preservación y difusión del patrimonio cinematográfico y audiovisual peruano, equivalente al Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI) y al Sistema Nacional de Archivos (SNA). La Cinemateca Nacional tendría como tarea principal la recuperación, catalogación y preservación del patrimonio audiovisual peruano, lo que incluye no solo películas de cine, sino todo el material filmado y grabado en el país, en cualquier medio o formato. Igualmente, la institución haría posible la difusión a todos los peruanos y extranjeros de este registro fundamental de nuestra historia, parte indispensable de nuestra memoria colectiva. La nueva organización no mermaría los esfuerzos privados de instituciones y grupos dedicados a la preservación, como la Filmoteca PUCP y el Archivo de Imagen y Sonido (ARCHI) y otros que puedan constituirse en el futuro, sino más bien alentaría su continuidad y crecimiento.

El proyecto legal de la Cinemateca Nacional se entregó a la señora ministra de Cultura Gisela Ortiz en una significativa ceremonia realizada el 27 de octubre pasado, Día Internacional de los Archivos Audiovisuales, consagrado por la UNESCO. La señora ministra manifestó su voluntad de impulsarlo al más breve plazo y lo derivó a la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO). Lamentablemente la inestabilidad política llevó a un nuevo cambio ministerial y aunque se solicitó en varias oportunidades la entrevista con el ministro Alejandro Salas, a fin de exponerle el proyecto, nunca se obtuvo una respuesta.

El 21 de febrero del presente año recibimos una comunicación de la directora general de Industrias Culturales y Artes dando cuenta que su despacho, junto con los demás órganos de línea competentes del Ministerio, se encontraban “analizando a detalle el documento...”. Sorpresivamente, el día 26 del mismo mes, el ministro Salas anunció a los medios de comunicación el compromiso del presidente Castillo de hacer realidad el proyecto de la Cinemateca Nacional, declarando al respecto: “He recibido el encargo del presidente de impulsar el proyecto de Ley de la creación de la Cinemateca Nacional, la cual permitirá que la memoria audiovisual tenga los registros que corresponden a su historia, será un legado del gobierno”. El 5 de mayo, en una entrevista en TV Perú, el ministro de Cultura reiteró el compromiso del gobierno, explicando que se estaban haciendo todos los ajustes legales necesarios para que el jefe de Estado lo anunciara en su mensaje de 28 de julio. Luego no hubo más declaración oficial y en el mensaje de fiestas patrias, como es conocido, el discurso presidencial no hizo ninguna referencia a la Cinemateca.

En la reunión previa a esa fecha que sostuvimos con representantes de la DAFO, dos de los cuales fueron integrantes de nuestro Colectivo, se informó sobre la revisión del proyecto con funcionarios de otras instancias del Ministerio, así como de la PCM, y también se nos dijo que veían muy poco viable la posibilidad de crear la Cinemateca como un organismo autónomo adscrito a Cultura, a semejanza de la Biblioteca Nacional y el Archivo General, por las dificultades legales existentes en el Estado, además de su improbable aprobación por el Congreso. Por todo ello se contemplaba como un plan alternativo que la institución fuera creada dentro del Ministerio de Cultura.

Es así como constatamos que la propuesta de los funcionarios del Ministerio, luego de medio año de gestiones, se reducía a un proyecto legislativo puramente simbólico y declarativo sobre la importancia de la preservación audiovisual en el Perú y a la conformación de la Cinemateca como una oficina y/o archivo bajo las órdenes de la DAFO, la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio o la Biblioteca Nacional. Todo ello dentro de la estructura presupuestal del Ministerio de Cultura y sin que se precisaran las competencias de la Cinemateca previstas en el proyecto, entre las que habíamos incluido acciones concertadas con otras instancias del Estado como la Biblioteca Nacional, el Archivo General de la Nación y el Instituto de Radio y Televisión Peruana.

No dudamos de las mejores intenciones de algunos de los miembros de la DAFO, pero la propuesta que nos han presentado es decepcionante y meramente declarativa, continuando lo realizado por su antecesor, sin dar a la Cinemateca ni la personería ni el lugar que le debería corresponder como entidad, con el rango de una Dirección del Ministerio, o con la categoría de una institución dependiente, similar al Gran Teatro Nacional o el Museo Nacional de Perú (MUNA). Señalamos en todo esto la responsabilidad del ministro Salas, pues anunció la intención del gobierno de asumir el proyecto y luego terminó desentendiéndose de él, sin siquiera iniciar la tarea de tratar de hacerlo realidad.

En la 26 edición del Festival de Cine de Lima PUCP, que se inicia hoy, tienen una presencia destacada algunas obras restauradas por la Filmoteca PUCP y otros particulares, gracias a los estímulos para preservación audiovisual otorgados por el Ministerio de Cultura. Entre ellos está el que ha hecho posible la recuperación de la obra silente más antigua restaurada de nuestra cinematografía, “Luis Pardo” de Enrique Cornejo Villanueva (1927). ¡Cuánto más de nuestro pasado se encuentra a la espera de ser recuperado! Pero, como está demostrado, sigue faltando la voluntad política de hacerlo realidad.

Subrayamos lo que ya hemos dicho en anteriores comunicados, de que cada día, semana, mes y año que pasa sin una Cinemateca Nacional del Estado, con tratamiento especializado y tecnología avanzada, más se deteriora y destruye el patrimonio audiovisual peruano, extraviado o expuesto al abandono, lo que es un agravio a nuestro acervo cultural y a la nación. ¿Cómo llegarán a las nuevas generaciones las más diversas expresiones artísticas, culturales y sociales contenidas en los archivos audiovisuales si se permite que desaparezcan?
Un país sin memoria carece de pasado y pone en riesgo su futuro. Es un deber y un derecho de las sociedades la recuperación y preservación de esta memoria, que en el siglo XX y XXI es en gran parte audiovisual. Una Cinemateca Nacional no es un capricho de algunos sino una necesidad de los pueblos de conocer su historia y de reafirmar su diversidad en un mundo globalizado.

CinematecaPeruanaYa
Lima, 4 de agosto del 2022

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