¡La autoficción llega al cine peruano! ✍️ Rafael (una suerte de 'alter ego' del director Sandro Ventura) es un joven papá soltero que no puede entablar un noviazgo porque las mujeres huyen al enterarse que tiene 3 pequeños hijos hasta que la vida se le complica más... cuando debe hacerse cargo de ellos. Además sueña con ser guionista y dejar de ser un simple "redactor/periodista" donde labora.
Hasta ahí tenemos un PRIMER ACTO del filme que va al grano y sin tantos rodeos: la presentación de personajes y el primer giro que orienta ante qué tipo de comedia estamos: una de aprendizaje, la de maduración, que supone todo un reto ya que se tiene que construir un sólido arco de evolución/transformación del personaje. Pero eso no ocurre de manera fluida (ni mucho menos con el ritmo con el que arranca) en #PapáXTres, pues su SEGUNDO ACTO opta por un ritmo más pausado, se estanca y avanza a tropezones, a tientas, coqueteando con la comedia de situaciones y el romance, con algunas subtramas y personajes flotantes que no logran adherirse bien.
Ahí tenemos al nuevo jefe de su trabajo, los problemas de aprendizaje de los niños en la escuela, el tío chistoso de relleno, la posible novia-madre-soltera con una niña, los abuelos, los colegas-amigos, etc. Un título como el que propone la película supone la tri-pli-ca-ción de complicaciones y esfuerzos en la vida de Rafael, pero eso no ocurre nunca, cuando los hijos llegan lo único que lo vemos hacer es que él ve películas de terror de serie B con los niños, los deja al cuidado del tío payaso aspirante a actor, hasta los abuelos buena gente apoyan en algo, etc. ¿En qué punto madura él? Nunca lo sabremos! Son los otros los que lo condicionan, muchas cosas no parten de él, y así el TERCER ACTO se precipita con una dosis emotiva que intenta ser conmovedora, pero este final no se ha forjado nunca de menos a más, sino por arte y magia del guion, y Rafael ya aprendió a ser un padre ejemplar no por si mismo sino porque otra vez viene a tallar la madre de los pequeños.
Si bien todo lo mencionado nos indica que estamos ante un guion bastante básico, convencional, previsible e irregular, resaltemos que es tolerable, familiar y digerible, y por otro lado LO TÉCNICO, la factura y hasta la propuesta estética llama la atención por momentos, ¡hay chispazos de creatividad!, lo podemos ver desde las bien pensadas puestas en escena en algunas secuencias (las finales en particular), la dirección de arte en algunos espacios, algunos encuadres, giños y referencias por ahí, aunque la dirección de actores decae muchas veces y no explota bien a sus personajes
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